Si quieres gozar de un buen sonido envolvente, casualmente necesitas colocar un buen número de alta-voces en la sala.
Sin embargo, indagadores de la Universidad Tecnológica de Chemnitz, en Alemania, han desarrollado una manera de imprimir largas tiras de alta-voces de papel.
Estos papeles pueden colocarse en círculo para prometer una experiencia de sonido de 360 grados más envolvente que una sala de cine.
La investigación es la continuación de un proyecto inventado ya en 2015 llamado T-Book.
Lo que parecía un gran libro lleno de hermosas fotos en blanco y negro era en realidad un experimento de tecnología de alta-voces planos, ya que cada página del libro producía sonidos para acompañar las fotografías.
El curso de impresión consistía en cubrir dos capas de papel con un polímero orgánico conductor que servía de electrodos, y entre ellas se intercalaba una capa piezoeléctrica igualmente fina que hacía que la hoja vibrara como un cono de altavoz, moviendo el aire y produciendo sonidos audibles.
Sin embargo, el curso de impresión sólo podía producir láminas individuales y era extremadamente lento, lo que limitaba los usos y apps prácticas de esta tecnología.
Casi seis años después, los indagadores de la Universidad Tecnológica de Chemnitz han desarrollado un nuevo curso de impresión, que puede producir de manera rápida y fiable alta-voces delgados como el papel en hojas largas.
Estos papeles pueden ser producidos en masa y puestos a disposición de los consumidores a un precio(valor) competitivo con las tecnologías de alta-voces existentes.
Para demostrar los resultados, se fabricó una tira de casi cuatro metros de largo que contenía 56 componentes individuales de altavoz. Se enrolló en manera de cilindro y se colgó del techo.
El equipo pesaba sólo 150 gramos y estaba fabricado en un 90% con papel normal, que inclusive presentaba un diseño(layout) impreso muy colorido en el exterior, pese-a-que las imágenes pueden aplicarse a entrambos caras.
Alguien que esté dentro o debajo del cilindro puede oír los sonidos, pero alguien que esté fuera, cerca, apenas podrá oír nada. Por tanto, esta tecnología tiene potencial para servir de pantalla explicativa en un museo, o inclusive como propaganda en una tienda que ofrezca algo más que imágenes y texto.
Algún día, paredes enteras podrían estar cubiertas de papel pintado apto de producir sonido, dando lugar a una configuración de sonido envolvente de cine en casa que será invisible para el ojo.