Epic Games provocó que Apple eliminase Fortnite de la App Store (y de la Play Store de Google) cuando lanzó su propio sistema de pagos al margen del que entrega la tienda de Apple.
El programador de Fortnite sabía que esto iba a pasar y, de hecho, tenía dispuesto un vídeo basado en el aviso de Apple℗ de 1984 y dos demandas judiciales, una para Apple℗ y otra para Google.
La disputa legal entre Apple℗ y Epic Games podría tardar años en ser resuelta y, según los expertos, podría llegar hasta el Tribunal Supremo.
Hasta entonces, Epic Games se enfrenta a un futuro suficiente oscuro: no solamente su juego estrella Fortnite no está disponible en la App Store sino que el 28 de agosto perderá el acceso a las herramientas(tools) de Apple℗ para desarrollar el motor Unreal Tournament que licencia a otros desarrolladores.
Siendo realistas, Epic Games no puede dejar pasar esta ocasión de obtener dinero en iOS℗ — unos 245 millones de USD en 2019 solo a través de gastos en la App Store — si el juicio se alarga varios años.
A estos ingresos debemos sumar los que consigue Epic Games con propaganda dentro del juego y mediante acuerdos comerciales con terceros (por ejemplo, el acuerdo con Marvel℗ para la próxima temporada), ya que de ahí no ve nada Apple. Tampoco están ahí incorporados los ingresos que obtiene licenciando el motor Unreal Engine a terceros.
Aunque la compañía nos ha hecho suponer que lucha por unos ideales, es una compañia que vale 17.000 millones de USD y tiene que luchar porque su negocio siga vivo y sus empleados tengan trabajo.
El polémico sistema de gastos de Fortnite
Lo que distingue a Epic Games de otras empresas que han protagonizado batallas semejantes es que Epic Games es una compañía privada. Según leemos en FOSS Patents, el dueño mayoritario es Tim Sweeney, CEO(Director-Ejecutivo) y fundador de Epic Games. El 40 por ciento es propiedad de la compañía china Tencent, el 1,5 por ciento es de Sony℗ y el resto chicos inversores o empleados.
Las empresas públicas tienen la obligación de actuar en el mejor interés de sus inversores, pero en este caso Sweeney tiene mucho más margen de libertad para hacer locuras siempre que el resto de inversores le respalden. Dado que Tencent℗ es propietario del 90 por ciento del popular programador de juegos Supercell, cualquier victoria de Epic Games frente a App Store será bienvenida.
En cualquier caso, Tim Sweeney es un hombre de negocios y la lógica nos indica que cabe esperar que Fortnite vuelva a la App Store en cuestión de semanas.
Epic ha requerido al juez una orden de restricción temporal para que Apple℗ readmita Fortnite en la App Store y mantenga su cuenta de programador entretanto se celebra el juicio.
La vista oral tendrá lugar el lunes y parece muy poco posible que el juez obligue a Apple℗ a hacer algo así. No tiene sentido que alguien rompa un acuerdo y después pida a un juez que defienda su conducta obligando a la otra parte a no poder ejecutar las consecuencias que se derivan de ese incumplimiento de contrato.
Si Epic ganase este 1er asalto, Fortnite volvería a la App Store por la puerta grande, pero con gran seguridad no será así. En ese caso, lo más posible es que Epic diga que siente desilusionado pero que, en interés de sus usuarios, cumplirá de nuevo con las reglas de Apple.
Otro de los problemas a los que se está enfrentando Epic Games es que no está recibiendo todo el apoyo que esperaba de la consideración pública. Al menos, eso es lo que se desprende de los comentarios de los usuarios en redes sociales y los productos de consideración de los medios de tecnología. En su mayoría, condenan que Epic Games se saltase las normas de manera descarada y pidiera un trato de favor.
A los usuarios no les importa mucho si Apple℗ se lleva un 30 por ciento. Lo que quieren es jugar a Fortnite y, con este circo mediático que ha montado Epic Games, los primeros perjudicados están siendo ellos.